La restructuración de la justicia llegó a dos ciudades emblemáticas de la provincia de El Oro, en la frontera con Perú. El vocal del Consejo de la Judicatura, Fernando Yávar, recorrió Machala y Santa Rosa junto con la veeduría internacional que visita el país para constatar el avance de este proceso en infraestructura civil.

La presencia en esta zona fronteriza, que vivió directamente la incidencia del conflicto bélico con el vecino país en 1995, fue destacada por el alcalde de esta última ciudad, Clemente Bravo (PRE), quien agradeció a la Judicatura por la inversión que el organismo está ejecutando en esta región que -a su criterio− ha sido relegada históricamente "por el fantasma de la guerra" y otros males como el contrabando.

Como en otras ciudades del país, la Judicatura concretó su presencia en lo local gracias al decidido apoyo del municipio de Santa Rosa, que donó un terreno de más de 2.000 metros para la construcción de un complejo judicial multicompetente.

En su recorrido por esta provincia, el Dr. Yávar y el veedor Gurzi, visitaron varias salas de audiencias ubicadas en la Dirección Provincial de la Judicatura de El Oro, en Machala, donde observaron el funcionamiento actual de estas dependencias que operan con el antiguo modelo de gestión. En contraste con esto, ambos recorrieron también la sala de audiencia de la Unidad Judicial de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de Santa Rosa, construida bajo el nuevo modelo de gestión.

Gurzi, destacó la amplitud de este último sitio, las entradas diferenciadas para la víctima y el imputado, y el equipamiento tecnológico que se implementará en la sala. “Merece el mayor de nuestros elogios porque es una construcción de mucha calidad (y) está ubicada en un lugar que va a permitir el acceso directo de la población que necesita solucionar los trámites”, dijo.

En las salas de audiencia de Machala en cambio, el veedor argentino opinó que aquel servidor o servidora judicial que participa de una audiencia con ese tipo de infraestructura, no puede desenvolverse adecuadamente en su ámbito profesional. “Los espacios son muy pequeños, hay presión por el cúmulo de trabajo, tanto por las características del represamiento de las causas como por el área para laborar”, concluyó.

En su misión de acercar la justicia al ciudadano, el Consejo de la Judicatura escuchó las opiniones de varios machaleños. Desde hace 17 años, Washington Contreras, dejó la Función Judicial y hoy miró con optimismo que el sistema ha mejorado notablemente, sobre todo en la elección de servidores judiciales y en infraestructura.

Con el nuevo sistema, Rosa Benítez, secretaria de un estudio jurídico de la localidad, destacó la celeridad con que se ha tramitado un juicio por herencia del que participó y que estuvo estancado durante los últimos cinco años.

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